Plaza se coronó el sábado en el torneo del Litoral tras redondear una campaña bárbara y con gran juego.
Hay algo mejor que conseguir un título con el corazón en la mano, con el torrente sanguíneo bombeando a pleno? ¿Hay algo que tenga más sabor que hacerlo en una definición mano a mano frente a otro grande del hockey y ante un estadio Mundialista colmado? ¿Hay otro desahogo más gratificante que el que se logra después de un año de mascullar bronca? Seguramente no. Por eso Atlético del Rosario está en éxtasis. Sus jugadoras están extasiadas. Su cuerpo técnico y su gente, también. Después de seis años finalmente el sábado el conjunto del pasaje Gould pudo celebrar el título de campeón del torneo femenino de primera división de la Asociación de Hockey del Litoral al vencer en una final desempate a Gimnasia y Esgrima por 2 a 1 con tantos de Delfina Soljan y Pilar Méjico.
Apoyado en una base de jugadoras de muchísima experiencia, la camada “vieja”, como ellas mismas dicen, y con la inyección necesaria de juventud y jerarquía, Plaza jugó un campeonato bárbaro en el que fue protagonista a lo largo de 22 fechas, más allá de que en un momento Gimnasia lo alcanzó y lo persiguió hasta el final, forzando una definición mano a mano. Pero los números del equipo conducido por Patricio Rambaudi, quien además se coronó por primera vez como entrenador, son elocuentes: 17 victorias, 3 empates y apenas dos derrotas, 66 goles a favor y 23 en contra (diferencia de 43).
Sufrió traspiés justamente ante Gimnasia, que lo goleó 4 a 0 en la segunda ronda, y padeció ahí la más dura caída. La anterior había sido ante Jockey A por la mínima, cuando el campeonato aún estaba en pañales. Después, no tuvo mayores problemas, consiguiendo varias goleadas, aunque ante rivales a priori inferiores. Las peores palizas las padecieron Old Resian y Fisherton, de 6 a 0. Pero además le hizo media docena a Regatas San Nicolás (2-6) y 5 a Newell’s, a Jockey B y otra vez a Fisherton. Es decir contra los denominados “un escalón por debajo” sacó chapa y amplia diferencia.
Con los otros, los que pelearon, le costó más pero salió airoso en el global: con Gimnasia ganó y perdió, con Jockey A ganó y empató, con Universitario empató y ganó, con Duendes empató y ganó y a Provincial se impuso en ambos partidos pero por la mínima.
Además, tuvo en su capitana Pilar Méjico a una de las goleadoras del torneo, con 11 gritos. Cinco menos que Sol López, de Duendes, quien terminó como máxima artillera.
Más allá de los números, Plaza desplegó eso que mejor le sale: juego. Del bueno, el que históricamente lo caracterizó y que comenzó a asentar el año pasado, cuando también fue protagonista aunque al final se le escapó el título a manos de Universitario en una final polémica.
Atlético enfrentó en la definición de este año a Gimnasia, que se quedó con las manos vacías pero que indudablemente también pudo ser un justo ganador. Si hubo exponentes de hockey este año, esos dos equipos fueron Plaza y las Gimnasia.
Entonces, el título tiene un tono acorde a todas estas circunstancias. Si no que lo digan las hermanas Méjico, Ariela Tabia, Maria Galli, Lucrecia Esteban, Luli Romero, Martina Nogués, que lo festejaron como si fuese el primero. Que lloraron como nenas, tan emocionadas como las hermanas Erbetta que acompañaron de afuera. Pero, poner nombres propios resulta injusto. Porque al Plaza campeón lo hicieron muchos. Aunque a veces se caiga en la tentación de elevar banderas. Y Plaza es un campeón completo. Sin objeciones.
Lee la nota en La Capital:
http://www.lacapital.com.ar/hockey-un-campeon-objeciones-n1278470.html